Los colombianos no tomamos el mejor café del mundo



Lastimosamente los colombianos promedio no están en el selecto grupo de personas que puede disfrutar del aroma y sabor del mejor café que se cosecha en el mundo, se tendrán que conformar con las infinitas mezclas de café cosechado en Colombia con café importado de Ecuador, Brasil, Guatemala, Perú y México, que hacen las empresas tostadoras que satisfacen la demanda en el mercado nacional, porque el colombiano promedio no está en la capacidad económica de pagar los altos precios del único café cien por ciento colombiano que tiene a la mano, así lo dijo Luis Genaro Muñoz, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, “El consumidor colombiano hoy tiene diferentes opciones. Puede tomar café Juan Valdez, 100% nacional, o puede escoger cafés que son mezclados”; el café Juan Valdez tiene una gran variedad de clases de café, de los cuales el de menor valor es de 10000 pesos colombianos el kilo, cuando un colombiano del común está acostumbrado a pagar en una tienda por un kilo de café (mezclado) hasta por 3000 pesos colombianos, y si quisiera pagar por café Juan Valdez tendría que hacer grandes sacrificios.

Al echarle una breve mirada a la información estadística histórica que aparece en la página web de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, uno se puede dar cuenta de que prácticamente todo el café que se produce en territorio nacional se utiliza para las exportaciones dejando solo el necesario para producir las ya mencionadas mezclas por las empresas tostadoras, claro está que esta información no está explicita en las cuentas, uno se da cuenta al comparar la producción anual de sacos de café con la exportación anual de sacos de café, por ejemplo, en el año 2008 se cosecharon 11,47 millones de sacos de 60 kilos de café verde equivalente en Colombia, de los cuales se exportaron 11,08 millones de sacos de 60 kilos de café verde equivalente, lo cual indica que aproximadamente un 96.57% del café que se cosecha en Colombia se exporta hacia otros países dejando tan solo un 3.43% para el consumo nacional; los tres mas grandes importadores de café colombiano en el presente son Estados Unidos con 3,17 millones de sacos importados en el 2009, Japón con 1,28 millones de sacos importados en el 2009 y Bélgica con 0,51 millones de sacos importados en el 2009 , consumiendo en el 2009 entre ellos tres un 63.09% del total de café que exportan los caficultores colombianos que fueron 7,89 millones de sacos de café.

Pero acaso, ¿En Colombia desde siempre se había importado tanto café para satisfacer la demanda nacional?, en realidad estas importaciones comenzaron desde mediados de octubre del año 2004 cuando Colombia otorgo permisos de importación de café a la Dian y el ICA, pero estas importaciones crecieron de una manera exponencial en el año 2009, en donde el presidente de la Asociación de Exportadores de Café, Asoexport, Jorge Lozano, justifico la baja diciendo “esas importaciones se justifican porque venimos de una cosecha mala en el 2009, que aún no se ha recuperado en el presente año”, pero este bajón en las cosechas también se podría asociar con la caída en la bolsa de los Estados Unidos, siendo este el mayor país al que Colombia le exporta café, una cantidad de 4,16 millones de sacos de 60 kilos de café verde equivalente fueron importados por Estados Unidos en 2008 de los 11,08 millones de sacos de 60 kilos de café verde equivalente que exporto Colombia en ese año, lo que implica que al estar ellos mal económicamente no van a demandar la misma cantidad que demandaban antes del déficit económico, además este es un fenómeno agravante porque ya no iban a entrar los mismos dineros de inversión hacia los caficultores para soportar la inclemencias del clima que vivía en Colombia en ese momento, con las fuertes lluvias y grandes sequias en diferentes lugares del país debidas al fenómeno del Niño que impedían que al producción fuese la misma que antes.

La mala noticia es que todo indica que las cosas no van a mejorar, que van a seguir de la misma manera que en 2009, porque al ver el reporte de la producción del año 2010 hasta el mes de julio se observa que van 4,82 millones de sacos de café cosechados, exactamente la misma cifra registrada en el año 2009 hasta el mes de julio, y mucho menor a la registrada en el 2008 la cual fue 7,00 millones de sacos de café hasta el mes de julio, son 2,18 millones de sacos de café menos; lo único que puede significar esto para el consumidor promedio colombiano es un alza en los precios del café, para entenderlo solo hay que tener en cuenta que ahora va haber mucho menos café que antes, y va haber la misma o mucha más demanda que la de hace unos cuantos años, analizándolo desde el punto de vista microeconómico, el mercado por ley de demanda y ley de oferta ajustara los precios, al haber poca cantidad a ofrecer y mucha demanda que abastecer, se va a producir un exceso de demanda, lo que hará a los demandantes recapacitar y bajar su demanda aceptando un mayor precio; lo que en resumen se verá reflejado en los bolsillos de los empedernidos bebedores de café.

La mayoría de los colombianos no se percatan de esta situación y toman su café pensando que se están tomando el mejor café del mundo, el café colombiano, pero en realidad se están tomando una mezcla de cafés de hasta 3 o más países, pasa como el viejo y reconocido refrán, “casa de herrero, cuchara de palo”, nuestros caficultores prefieren exportar la mayor cantidad posible de café hacia países que lo pueden pagar mucho más caro que el colombiano del común, esto abre un gran foco de discusión, el consumidor colombiano se sentirá rechazado al leer esto, y pensara: “¿Cómo es posible que nuestro café se disfrute en el resto del mundo pero no aquí, en Colombia?”, esto no tiene nada de malo si se mira desde el punto de vista empresarial, como se sabe, el objetivo de todo empresario es maximizar sus beneficios, si el precio de un producto aumenta, “ceteris paribus”, la oferta del producto también aumentara, en este caso “ceteris paribus” aplica perfectamente, podemos analizar este caso si lo miramos de la siguiente manera, primero tenemos que la oferta total de café la vamos considerar constante, aunque España pida 15 millones de sacos de café o Estados Unidos pida 20 millones de sacos de café, Colombia no lo puede cubrir, su infraestructura y su mano de obra no podrá responder a tan grande demanda, por eso la consideramos constante, existirían básicamente dos sectores que demandaran café, el sector nacional y el sector internacional que estará compuesto por todos los países a los que Colombia le exporta café, cada uno de ellos tendrá una curva de oferta especifica en donde la cantidad ofertada de café aumenta proporcionalmente con el precio del café, si el precio del café es mucho mayor en el sector internacional entonces habrá una mayor oferta de café hacia el exterior, por la otra cara de la moneda, en el sector nacional, en Colombia, el precio por el café es mucho menor, ya sea por costos de trasporte, por la alta competencia de caficultores con la misma calidad dentro del país o por la razón que sea, lo importante es que en Colombia se paga menos cantidad de dinero por un saco de café que la que paga algún país al que se le exporte, lo que lleva que el empresario se lleve su café para el exterior en donde es mucho mejor pagado y por lo tanto va a obtener mucho más beneficio, mostrando así el porqué en el año 2008 solo un 3.43% de la producción se destino para el consumo colombiano, y el restante 96.57% para el sector extranjero, y para decirle al colombiano del común que los empresarios no los discriminan, son solo las leyes de la economía que tienen muchos años perfeccionándose en el mercado y que el presente arrojan estos resultados al ponerse en práctica en economías como la de Colombia.


Agosto, 2010



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